El segundo día ya notaréis el cansancio que conlleva visitar la gran ciudad.
Al despertar deberéis ir al centro de la ciudad para visitar el Rockefeller Center. La visita al mirador del edificio es increíble, está a 266 metros de altura y las vistas del central park y del empire state son alucinantes. Personalmente es algo que me impactó muchísimo. La entrada cuesta 56 euros y se encuentra entre las Avenidas Quinta y Sexta.Después podéis ir a visitar la Catedral de San Patricio, que destaca al contrastar tanto con los grandes y modernos edificios de su alrededor. Pulsa aquí para comprar las entradas a esta impresionante catedral.
No os podéis perder la Grand Central Terminal, que está muy cerca de la catedral y el Rockefeller. Es una de las estaciones de trenes más famosas del mundo, destaca por su hall, Vanderbilt Hall, una sala de espera de más de 1.100 metros cuadrados. Lo más sorprendente de esta son, además de su tamaño, sus techos y la decoración en general.
Tras haber parado para comer os recomiendo que paseéis por el puente de Brooklyn y disfrutéis de sus increíbles vistas. Aunque fue construído solo para conectar Manhattan y Brooklyn, se ha convertido en uno de los puentes más famosos del mundo.
Luego, podéis visitar el famoso barrio "Chinatown", lugar donde residen la mayoría de asiáticos de Nueva York. Su calle más importante es Mott Street. Hay restaurantes con auténtica comida china que son una gran opción para cenar y terminar este día tan agotador.
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